1960

Los hombres que trabajaban en un ambiente de oficina profesional se apegaban a un código de vestimenta estricto que no incluía atuendos casuales. Una camisa blanca de vestir, debajo de un saco y con una corbata delgada y oscura, era el uniforme típico. Los trajes profesionales eran principalmente negros o azul marino; comenzaron a combinarse algunas chaquetas deportivas hasta más tarde en esa década. El calzado de oficina de los hombres consistía de zapatos formales y no de mocasines. Los pañuelos blancos cuadrados de bolsillo, doblados de forma recta a través del bolsillo en lugar de un pico, completaban el conjunto.

 

Ropa formal

 

La década de 1960 vio nacer la tendencia de los cuellos de tortuga para los hombres como una prenda de moda. Se utilizaban tanto bajo camisas y chaquetas, haciendo la chaqueta más casual y la camisa más elegante. Las solapas en las chaquetas empezaron a ensancharse y los colores brillantes reemplazaron a las chaquetas conservadoras y oscuras de finales de la década de 1950 y principios de la década de 1960. Las camisas casuales eran de botones y en algodón, a menudo a cuadros. Las chaquetas cruzadas estaban de moda y los trajes de conjunto (leisure suits) empezaban a ganar popularidad. Más tarde en esa época, las botas Chelsea, unas botas hasta el tobillo con un tacón bajo, reemplazaron a los zapatos formales como el calzado de moda.

Esta década fue testigo del lanzamiento de la primera línea de joyería para hombres, hacia final de la misma. A medida que los hombres se interesaban más en la moda, la corbata conservadora y los sombreros le dieron paso a influencias más femeninas, como una adición de terciopelo y volados fruncidos. Las corbatas pasaron de delgadas y oscuras a más anchas y coloridas, rayadas o incluso de cachemir. Los cortes de cabello empezaron como conservadores, para después tornarse más largos, extendiéndose a veces hasta los hombros, y enmarañados.